Man. Playa Zaragoza. Isla de Margarita. Venezuela

DSCF9419, a photo by Manny Munster on Flickr.

CámaraFujifilm FinePix S5200
Exposición0.004 sec (1/240)
Aperturef/3.5
Lente28.6 mm
Velocidad ISO64
Tendencia de exposición0 EV

Mujer Ajena

Mujer Ajena
Cuerpo cansado , pleno de ansias
Caminas despacio, arrastrando cadenas
Ruta perdida , piel morena
Caderas anchas, voz trémula
Sonrisa pícara, mirada obscena

Mujer Ajena
Corazón batiente, calor en las manos
Respiras profundo, me dejas sin alma
Abres mi pecho, expuesta la herida
Aliento de hembra, carne enfurecida
Risa de niña, cuerpo de ondina

Mujer Ajena
Sacudes tu melena, hechizado me dejas
Curiosa me miras, mi cuerpo desmembras
Yazco en mi lecho, ya hecho bridas
Mi Señora, mi Ama, Diosa eterna
Te ruego, tomes mi vida
Acaba esta pena

Mujer, Madre y hembra... Amor y Dolor

Mujer
Asómate en esta mañana
ofrecele tu rostro al Sol
disfruta de su cálida caricia
siéntete plena de Amor

Mujer
cubre tu cuerpo con algas
embriágate con el pefume del Mar
camina en esta playa tranquila
dile adiós al pesar.

Mujer
deja que el viento te bese
y travieso repose en tu pelo.
que , furtivo , tus pezones enhieste,
para luego anidar en tu voz.

Mujer
Eres Madre y eres Hembra, a la vez
En tu vientre creaste a tus hijos
para esta tierra de mar, arena y sol
En tu corazón cobijaste mi alma
para hacer de mí un hombre mejor.

Mujer
Para tus ojos la noche no existe
en tu pecho sólo se oye un latir
Con tus brazos, ternura me diste
y a tu lado no conocí al temor
Mujer; Madre y hembra ... Amor y Dolor.

Sun Boy . Playa Zaragoza. Isla de Margarita. Venezuela

DSCF9507-1, a photo by Manny Munster on Flickr.

CámaraFujifilm FinePix S5200
Exposición0.005 sec (1/200)
Aperturef/5.6
Lente24.8 mm
Velocidad ISO64

Moribundo por tu Voz

Allá va el carro fúnebre
El que lleva nuestro amor
Lo poco que fue.
El instante que duró.
Ese amor vivió tan poco
En verdad nunca creció.

Yo miraba tus pardos ojos
y perdíame en tu voz
Me arropaba con tus manos
Y me nutría con su calor.

Noche tras noche, sin descanso
Derroché horas de sueño
Escribiendo para tí mil versos
Plenos de profano amor.

No fueron tan espléndidos. ¡No!
Tu corazón no se rindió.
Yo no soy tan bueno.
Tú no eras la mejor.
Aún así , con tu partida,
Sentí en mi pecho un gran dolor.
Grande como un coloso
Profundo como este amor.

Mis costillas se apartaron
hasta del pecho ver su interior
Allí estaba un corazón latiendo,
moribundo por tu voz.
Su carne se escurría
entre tendones y huesos.
Como agua caía,
corriendo lejos del sol.

Quizás no fue cierto.
Tal vez una alucinación.
Pero, de algo estoy seguro,
como que existe un Dios.
Y es que nadie te amará,
Mujer del Mar y el Sol,
tal cual eres…
como lo pude hacer yo.