Como sólo tú sabes
Acaricia mi cuerpo fieramente
Arranca de mí el olvidado gemido
Que cabalga en mi sangre
Como ya una vez lo hiciste
Sobre mi temblorosa grupa.
Sube , amor, a mis pechos
Cúbrelos con tu boca,
Húmedo y cálido cobijo de tus besos.
Convierte mi cuerpo gélido
En torrente de ardiente lava
En busca de tu salada espuma.
Entra por mis rendijas y hoquedades
Envuelve mis pies con tu humedad
Quiébrame en pequeños trozos
que se confundan con esta blanca arena.
Yo que desperté en tu lecho
para que el sol impúdico gozara de mí
Te ruego que me ames
con tu fiera ternura
Hasta el final de los días,
aunque yo sólo siga siendo una roca
y tú el Mar que me da vida.
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