Para así dormir en tu vientre,
Cálido y mullido.
Impregnado del olor de tu sexo,
Que me relaja y adormece,
sin hastío.
Abrazando tus muslos,
fuertemente, como niño.
Sueño, a veces,
que estoy en tu matriz;
nadando en líquido,
moviéndome suavemente,
dentro de ti, cual pez.
Y es tu mano la que siento,
acariciando el grávido abdomen,
con afán, por ti cuidado;
esmero de amante madre,
en espera de su hijo.
Rítmico compás de un corazón,
Suave mecer de cuna carnosa.
A lo lejos, el hálito de vida,
Entrando en tu pecho, me despereza.
Y con pequeños golpes de mis pies,
te aviso que estoy vivo.
Vivo por tu amor,
por tu anhelo infinito.
Pues te digo mujer,
que te amo como niño,
Y apoyaría mi rostro en tu pecho,
Ya dueño de tus senos,
y , mirándote a los ojos, rogaría:
Mi amor, … no te vayas todavía…
quédate aquí y duerme conmigo.
me encanto!!!
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